Se encuentra con familiares de
marineros secuestrados en el “Domingo del Mar”
Benedicto XVI aseguró hoy su
oración “por los marineros que por desgracia se encuentran secuestrados por
actos de piratería”, en su alocución posterior al Ángelus ante los peregrinos
congregados en el patio interior del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
“Auspicio que sean tratados con
respeto y humanidad, y rezo por sus familiares, para que sean fuertes en la fe
y no pierdan la esperanza de reunirse pronto con sus seres queridos”, dijo este
domingo, Jornada para el apostolado en el ámbito marítimo conocida como
“Domingo del Mar”.
También dirigió “un pensamiento
particular a los capellanes y a los voluntarios que se prodigan en el cuidado
pastoral de los marineros, de lo pescadores y de sus familias”.
Después del rezo del Ángelus, el
Papa mantuvo un encuentro privado con un grupo de representantes de las
familias de los más de 800 marineros de todo el mundo secuestrados y retenidos
por piratas.
El encuentro fue posible gracias
al esfuerzo del Comandante General de las Capitanías de puerto en su calidad de
Presidente del Comité Nacional de Welfare, según un comunicado del
Apostolado del Mar de la Fundación Emigrantes de la Conferencia Episcopal
italiana.
Para este apostolado, “la
disponibilidad del Santo Padre a acoger a la representación internacional de las
familias de los marineros es una señal importante y un llamado de
sensibilización a este problema”.
La entidad expresó su “gratitud
al Santo Padre, guía universal de la Iglesia, que ha demostrado también en su
pausa estival, tener un gran corazón para la escucha, la acogida y la oración
para con estas familias, para que nadie se sienta solo y todos se sepan
recordados y amados también a través de este “pequeño gran gesto”.
Desafío mundial
La piratería alcanzó su máximo
histórico en el año 2010 con 445 ataques, 53 naves secuestradas y 1.181
marineros capturados, y hasta ahora han sido denunciados 214 nuevos episodios,
con 26 naves aun en mano de los piratas, según datos del IMB Piracy
Reporting Centre.
El apostolado marítimo destacó
que “si bien en gran parte los ataques se registran a lo largo de las costas de
Somalia, de hecho la piratería continúa siendo un desafío mundial que reclama
una respuesta global, porque la ilusión de ganancias fáciles e inmediatas ha
atraído también a las organizaciones criminales internacionales”.
En sintonía con el comunicado del
Pontificio Consejo para los Emigrantes e Itinerantes, el apostolado del mar
dirigió un llamamiento del Radio Vaticano que se hizo eco.
A los Gobiernos y a las
Organizaciones internacionales, les instó a “que activen tempestivamente los
canales oportunos para permitir que regresen sanos y salvos a sus casas los
marinos secuestrados”.
Y les pidió también que
“encuentren soluciones a este problema, considerando que es necesario actuar
desde las raíces profundas del fenómeno, como por ejemplo la desigualdad en la
distribución de bienes entre los países y la explotación de los recursos
naturales”.
El llamamiento se dirigió también
“a los armadores, para que adopten medidas preventivas para garantizar la seguridad
no sólo de las naves y de su carga, sino también de los marineros”.
“En el trágico caso de un
secuestro”, les pidió “que tengan una actitud de apertura y de apoyo a las
familias de los secuestrados y les garanticen asistencia inmediata, con el fin
de reducir los efectos traumáticos y a largo plazo”.
El Apostolado del Mar de Italia
mostró su solidaridad con todos los marineros secuestrados, y les animó a no
perder la esperanza de reunirse pronto con sus seres queridos y a permanecer
firmes en su fe.
A sus familiares, les animaron a
dirigirse a los Centros Stella Maris para recibir consuelo y
asistencia “para afrontar los largos meses de incertidumbre y de miedo”.
A las comunidades cristianas, les
exhortó a pedir a María, Estrella del Mar, que proteja a la gente de mar de
todo posible peligro y apoye “a todos cuantos, a causa de la piratería, están
atravesando un momento oscuro y difícil en su vida”.
Finalmente el llamamiento se
dirigió también “a los piratas, para que pongan fin a tales acciones criminales,
tomen conciencia del gran drama que provocan a los marineros (y a sus
familias), y los traten con respeto y humanidad”.
Fuente: www.zenit.org
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